Desde el pasado verano, Iztac le ha devuelto a la madrileña plaza de la República del Ecuador el auténtico sabor mexicano que un día popularizó México Lindo (el primer restaurante mexicano de Madrid). Jorge Vázques se ha propuesto continuar así con el linaje, la cultura y la tradición de aquel clásico de la hostelería madrileña, y lo está haciendo con la ayuda del chef mexicano Nacho Oropeza, cuya propuesta culinaria transporta al comensal a los sabores originales de la gastronomía del Imperio Azteca.
La carta de Iztac está compuesta por ‘platillos’ que recorren los diferentes estados de un país con una riqueza y diversidad gastronómica inusual. Desde el noroeste en Baja California hasta el suroeste en Quintana Roo, el viaje culinario atraviesa un total de 32 estados para sintetizar en el plato las múltiples opciones gastronímicas de México. El aguachile negro de gambas de Sinaloa, elaborado a partir de chiles quemados, especias y cítricos, los molotes típicos de Puebla, el pescado al acuyo con salsa de hoja santa, o las enchiladas de pato confitado bañadas con un mole de 32 componentes, dan buena muestra del mestizaje de técnicas e ingredientes mexicanos y condimentos europeos de este restaurante imprescindible en el barrio de Bernabéu.