Seis años atrás, ya con un par de estrellas Michelin logradas en Diverxo en su mochila, David Muñoz desataba su pasión por la cocina asiática callejera en un diminuto espacio en Callao. Lo hacía, claro, a su manera: fusionando referencias, ingredientes y técnicas para conseguir platos únicos, por más que sus nombres remitieran a clásicos orientales. Y aunque, lógicamente, ni la factura ni la sofisticación de las elaboraciones son las mismas que en Diverxo, Muñoz consigue algo muy complicado: son igual de reconocibles como suyas las que se cocinan en Streetxo.
El traslado a Serrano, del que ya hace cuatro años, multiplicó los medios de su cocina y el aforo. En nuestra última visita, nos reencontramos con platos emblemáticos como ese aromático, especiado y agridulce guiso de cangrejo, el chili crab, de los pocos –¿acaso el único? – que se conserva de la primera carta de Streetxo. Hubo espacio para propuestas más recientes, como un curry japonés de carrillera de vaca, guisada al oporto, acompañada por arroz crujiente y encurtidos: sabor y untuosidad a raudales. El horno Josper cocina y ahúma unas vieiras, rematadas con gazpacho de jalapeños. El caldo del cocido Hong-Kong/Madrid ya justifica la visita. Flashes de un largo e imbatible festival.