Cocina purista sin contaminar”. Así define Mario Payán su trabajo tras la barra de mármol de Kappo, una suerte de mesa de trabajo donde todo es posible y nada esperado. La propuesta más personal del chef está basada en su amplio conocimiento de Japón y su gastronomía. Desde el punto de vista del producto, las técnicas y las tradiciones, Kappo es la gran barra tradicional nipona trasladada a Madrid, hecha a medida para Payán al estilo de las tabernas japonesas de Kyoto y en base a sus especificaciones muy concretas que le permiten establecer un diálogo directo, cara a cara con el comensal. Así, cada visita a Kappo supone disfrutar de un menú diferente y totalmente personalizado que recrea la cocina tradicional o kaiseki pero sofisticada, basada en siete técnicas (robata, vapor, fritura, crudo, grill, tempura y dulce), cinco colores (rojo, blanco, verde-azul, amarillo y negro-oscuro) y cinco sabores (salado, dulce, agrio, picante y amargo); exigencias propias de la cocina japonesa que han fomentado el ingenio de los cocineros a lo largo de los siglos, mezcladas en Kappo con otro requisito imprescindible: el producto de temporada y de mercado, signo distintivo de la propuesta de Payán para crear un menú omakase distinto según la estación.