Gaztelupe se define como asador, pero el tiempo y la demanda activa del público ha desbordado generosamente su oferta, hasta concitar medio centenar de platos constantes, cuya renovación indica permanente atención a las apetencias variadas de sus parroquianos. Por ejemplo, marmitako a partir de junio, pimientos del piquillo al horno, puntas de espárrago, cogollos, alubias rojas, tortilla de bacalao, pencas de acelga rellenas, verduras a la plancha, tártaro de cigala y caviar de arenque, chipirones encebollados o puntuales setas de primavera en revuelto o al grill. Todo preparado con la sabiduría de la tradición culinaria vasca, que no es poca.