Tras su exhibición en Sevilla, Valencia y Valladolid, el Museo del pintor en Madrid acoge la exposición Sorolla. Un jardín para pintar, que recorre la evolución de la pintura del artista valenciano mientras diseña y ve crecer su propio jardín. La exposición contiene más de 170 óleos, bocetos, dibujos, esculturas, azulejos y fotografías relacionadas con su pasión por los jardines.

Amante de la naturaleza, Sorolla pintó en numerosas ocasiones jardines andaluces como el del Alcázar de Sevilla y el de la Alhambra de Granada. Estos le sirvieron de inspiración para comenzar a construir el suyo en 1910. Es un jardín mediterráneo donde se mezclan los rasgos de la jardinería del Renacimiento italiano con la hispanoárabe. El pintor escogió sus especies con ojos de pintor –rosas, blancos, amarillos, malvas– y lo pintó cuando ya era un artista consagrado y rico, por el gusto de pintar, retirado en su paraíso privado.