El Museo Nacional del Prado dedica, por primera vez, una exposición antológica a la obra de Mariano Fortuny y Marsal (1838-74), uno de los artistas españoles que mayor presencia internacional tuvieron en el último tercio del siglo XIX. La muestra incluye fondos propios del Prado, que conserva buena parte de sus obras maestras -gracias a los legados de Ramón de Errazu y de Mariano Fortuny y Madrazo, hijo del pintor, y a compras realizadas por el museo-, así como piezas de grandes colecciones y museos de todo el mundo, entre los que destacan el Museo Fortuny de Venecia, que presta más de 30 obras, bastantes de ellas virtualmente inéditas, y el Museu Nacional d’Art de Catalunya.

La retrospectiva aporta una completa visión de su trabajo y de la renovación que aportó a las diversas parcelas del arte que cultivó: pinturas al óleo coloristas y brillantes, en las que sobresale la captación de la luz, acuarelas realizadas con un gran dominio de la técnica, dibujos que reflejan diversos aspectos de la realidad y aguafuertes de gran calidad. Además, como novedad, la muestra aborda también la faceta de Fortuny como coleccionista de antigüedades.